viernes, 5 de octubre de 2012

CRÓNICA


RELAJACIÓN, BIENESTAR Y DISFRUTE EXTREMO EN LAS AGUAS TERMALES “SANTA MARÍA” DE TABAY


Cuando llegué a las aguas termales “Santa María” en Tabay me encontré con unas bellísimas instalaciones al estilo colonial: una casa grande con techo de tejas al lado izquierdo y una piscina rectangular al lado derecho. Inmediatamente fui recibida por el señor Iván Rojas, quien me explicó cómo se había construido ese lugar, quién era el dueño, me indicó las diferentes áreas de recreación que podía disfrutar, y la temperatura de la piscina.

 

Al entrar me topé primero con el sauna natural construido totalmente con puras piedras, con una puerta y techo de madera, el cual tiene una temperatura de 50ºC.

 

En seguida me cambié en el vestidor de dama el cual es pequeño y está ubicado cerca del sauna, me coloqué mi traje de baño para poder entrar a los pozos de agua fría, donde se podía apreciar al fondo un paisaje hermoso de montañas muy verdes y frondosas.

 

Los pozos también eran completamente de piedras y madera, el agua estaba fresquita y muy cristalina, estando adentro de uno de los dos pozos me podía ver los pies. Éste se llenaba de agua mediante una tubería gruesa de color blanca que provenía de la montaña más cercana.

 

Luego me dirigí a la piscina de agua termal, grande y de forma rectangular; entré a ella y noté que el agua era muy caliente, no es una piscina honda, el agua me llegaba hasta las caderas, inmediatamente tuve una sensación de relajación y bienestar; cerca de mí se encontraban varias familias, las cuales estaban compartiendo y disfrutando junto a sus niños de esta experiencia tan rica, todos muy felices y alegres con inmensas sonrisas en sus rostros.

 

Al rato me dio un poco de hambre, y me acerque al “kiosco cafetín”; allí compre solo chucherías, aunque pude apreciar que también disponían de bebidas alcohólicas y no alcohólicas. Esta área estaba un poco desordenada y descuidada, sin pintar.

 

Al transcurrir las horas llegaban más y más personas; familias grandes, grupos de amigos y parejas, todos contentos, felices y en camaradería. Me dio gran satisfacción que todas las personas estando allí colaboraban con consumir alimentos fuera de la piscina, con colocar la basura en los recipientes dispuestos para esto, y los padres pendientes del comportamiento de sus hijos.

 

Después de disfrutar tan ideal lugar y un maravilloso día me dispuse a marcharme, utilicé el vestidor de dama nuevamente, me despedí del señor Iván Rojas, le agradecí la inmensa ayuda que me había ofrecido con mi investigación, y en el regreso podía disfrutar nuevamente de los impresionantes paisajes andinos tan únicos, donde se pueden obtener vistas espectaculares de las montañas merideñas. 
 
 

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