MODELOS DE PRODUCCIÓN Y FLEXIBILIDAD LABORAL:
UN ANÁLISIS DESDE LOS POSTULADOS DE ENRIQUE DE LA
GARZA
(Correa Seijas, Marisela)
Resumen crítico:
La flexibilidad laboral
es un modelo regulador flexible para la conducción de los derechos laborales en
el interior de las organizaciones. La flexibilidad en cuanto al mercado de
trabajo desea establecer el elemento trabajo en cuanto a precio y empleo de una
manera espontánea.
Para esta
teoría el trabajo es un componente más en la producción, por lo que considera
que éste merece un trato similar con respecto a los otros factores. De igual
manera supone que la oferta y la demanda de trabajo establecen su distribución y
precio, logrando una variación del salario en cuanto a la productividad
marginal del trabajo.
La flexibilización
laboral se ha orientado en la generación de empleos a través de la disminución
del costo de la mano de obra o del tiempo de la jornada laboral o de la misma contratación
de nuevos empleados. Lo satisfactorio para las empresas es que éste ahorro
permite generar un aumento en su producción, lo que a largo plazo tendrá un notable
incremento de ingreso.
Aunque
implementar este modelo en las organizaciones hace ver a los trabajadores como
elementos que pueden ser sustituibles o intercambiables fácilmente por otros, disminuyendo
de esta manera la variedad en cuanto a la capacidad, experiencia y personalidad
de los empleados; y se sabe que las organizaciones se caracterizan por ser complejas
y plurales en cuanto a su estructura y bonificaciones a los empleados.
La
especialización flexible añade un aspecto no destacado en otras teorías, éste
es la lucha que se crea entre grandes, pequeñas y medianas empresas por la
conquista de nuevos clientes. Este modelo de producción flexible y adaptable
supone armonía y aprobación de los trabajadores hacia la empresa, ésta a su vez
se encarga de proporcionarle una mayor participación en el proceso productivo de
su organización y también el disfrute de ciertas garantías de empleo, salario y
capacitación para ellos.
Este modelo de producción se le
identifica en su origen con el toyotismo, en relación a la planta japonesa de
automóviles que superó el modelo fordista de producción a finales de la década del
setenta. Que se caracterizó por la alta rotación en los puestos de trabajo; estímulos
sociales a través del fomento del trabajo en equipo; la disminución de la mano
de obra y su sustitución por maquinarias; el incremento del trabajo y la reducción
de los tiempos muertos y la reducción de los costos de almacenaje.
Es así
como a final de la década del ochenta surgió fuertemente la discusión del modelo
de flexibilidad laboral, sus estudios se han especializado en dos enfoques: el
primero es la flexibilidad interna o del proceso productivo, y la segunda es la
flexibilidad externa o del mercado de trabajo. Encontrándoseles puntos de
vistas positivos y negativos.
En cuanto
a la flexibilidad interna se dice que es una oportunidad para la clase
trabajadora de obtener una mayor participación en el proceso productivo de la organización,
de que se preparen en diversas tareas, de que puedan elegir un horario
flexible, así como también de aprender el uso de nuevas tecnologías y adquirir
nuevas capacidades laborales y profesionales.
Mientras que
la flexibilidad externa se ve como un mercado que se abre al neoliberalismo, a
la pérdida de las dotes que se había ganado la clase trabajadora. Se piensa que
tiende a la desintegración de esta clase originando la individualización de las
relaciones laborales. Se cree que es una nueva manera de explotación al
trabajador.
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